
Esta ruta se puede dividir en dos tramos o etapas que también se pueden hacer de forma independiente. Son los siguientes:
MIna de la Manjoya – Estación de Fuente del Arco y Estación de Fuente del Arco – Area de descanso Km 137 N-432.

El primer tramo se inicia en la Mina de La Jayona, pasando por las puertas de la Ermita de la Virgen del Ara, a lo largo de 12 km de caminos públicos perfectamente señalizados hasta llegar a continuación a la estación de Fuente del Arco, situada al norte del casco urbano del mismo (km 68 de la antigua vía férrea).
Concertar visita a la mina (martes a domingo de 10:00 a 14:00)
Antes de iniciar el pedaleo o el paseo, deberemos hacer visita a la Mina La Jayona, antigua mina de hierro que fue excavada a pico y pala en su momento, una auténtica joya que no hay que perderse. Para llegar hasta allí basta con seguir las placas con la señalización “Mina La Jayona” desde Fuente del Arco.
Tras la visita nos dirigiremos hasta la Ermita de la Virgen del Ara, la llamada “Capilla Sixtina extremeña”. Este santuario de estilo mudéjar fue construido a lo largo del siglo XV. Destaca por su arquería mudéjar, la espadaña y las construcciones anejas que daban servicio al templo. En ella al igual que en el palacio del Vaticano, se representan en policromía escenas del Génesis, realizada por al menos seis pintores diferentes probablemente pertenecientes a la escuela que tuvo Francisco Zurbarán en Llerena (Badajoz). Entre sus pinturas también destacan las figuras geométricas pintadas en el zócalo de finales del siglo XV.
Un lugar privilegiado y espectacular, antes desconocido por muchos, que se ha ido dando a conocer desde que fuera declarado Bien de Interés Cultural (BIC). A continuación continuamos nuestra ruta por el Sendero de la Trocha hasta encontrarnos también con el pueblo de Fuente del Arco, un lugar en el que el viajero encontrará una enorme riqueza natural, tradicional, cultural y con rica gastronomía propia.
Fuente del Arco, puerta de entrada a la Vía Verde
Desde aquí se iniciaría el segundo tramo que son unos 20 km por la antigua línea de vía estrecha Peñarroya-Fuente del Arco, hasta el apeadero (km 48,3 de la antigua vía) situado junto al área de descanso del km 137 de la carretera N-432 al oeste del casco urbano de Azuaga y a 7 km de la localidad. El primer hito será la estación de Fuente del Arco donde paran trenes de Media Distancia procedentes de Sevilla, Mérida y otras ciudades extremeñas. Y además se encuentra a 2 estaciones de la estación de Cazalla – Constantina, puerta de entrada a la Vía Verde de la Sierra Norte de Sevilla. ¿Imaginas poder combinar el recorrido por ambas vías verdes tomando alguno de los trenes que las unen? ¡Es posible!
El primer kilómetro y medio de la antigua vía férrea viene marcado por una pronunciada curva hacia la derecha hasta cruzar el arroyo de Galapagar. 8 kilómetros nos esperan en un recorrido que con poco desnivel nos adentra en el paisaje extremeño de dehesas de encinas, el típico matorral mediterráneo, tomillos, retamas, genistas, torviscos y ovejas merinas.


Valverde de Llerena, encanto rural a medio camino de la Vía Verde
A partir del km 10 el entorno empieza a cambiar y donde antes había árboles ahora aparecen los campos de cultivo que dominan el paisaje. Al poco nos acercaremos a Valverde de Llerena (km 11).
Si seguimos avanzando veremos pistas que nos harán recordar que un día un ferrocarril de vía estrecha circuló por allí, las ruinas de la antigua estación que daba servicio a esta localidad son prueba de ello.
Este es un buen momento para hacer una parada en la localidad, pasear por sus calles y abastecerse de lo que podamos necesitar, pues será el pueblo que más cerca encontremos hasta el final de la ruta. Valverde de Llerena es un ejemplo de las localidades de pequeño tamaño de la zona que se dedican en exclusividad al sector primario. Su gastronomía tiene las características extremeñas con influencias de la cocina andaluza por proximidad geográfica.
Y después de tener el cuerpo bien alimentado nada mejor que una visita cultural. Destaca en la población la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción (s. XVI), obra de estilo gótico mudéjar y atractiva torre.
Hacia Berlanga y Azuaga
Salimos de Valverde del Llerena y avanzamos varios kilómetros con la acompasada compañía de los olivos, los cuales harán de escolta al viajero casi hasta el final del itinerario. En el km 17, se pasará junto a las ruinas de la estación de Berlanga – San Fernando, a continuación, un panel informativo y un área de descanso donde decidir si acercarse a Berlanga que se encuentra a poco más de 4 km o continuar ruta. Si elegimos la primera opción conviene saber que en esta localidad podremos visitar el Parque de las Quinientas, un parque periurbano de conservación y ocio repoblado de pinos y un gran eucaliptal. Cuenta también con una gran muestra de árboles y plantas autóctonas como narcisos, orquídeas, crisantemos, hinojos, aulagas, tomillos, etc. Un lugar ideal y muy didáctico para ir con niños donde aprender la importancia del respeto y cuidado por los animales y las plantas.
Volvemos a la vía. A 2 km llegaremos a las ruinas del apeadero ferroviario de Azuaga y un área de descanso que antecede a la carretera N-432 (km. 19,7). Aquí, se pone término a la vía verde pues esta carretera representa una barrera que requería ser salvada con una pasarela.
Estamos a unos 6 km de Berlanga y a 7 km de Azuaga, la localidad más poblada de la comarca. Ambas poblaciones poseen una rica historia marcada por sus orígenes, que bien merecen una visita.
Si deseamos ir hasta alguna de estas dos poblaciones no quedará más remedio que salir de la seguridad de la vía verde y compartir calzada con vehículos ¡mucha precaución!. Otra posibilidad es cruzar la carretera nacional (¡por favor! mucho cuidado) y retomar al otro lado la antigua traza de ferrocarril que sin acondicionar –y en clave de aventura- podremos seguir hasta la localidad de Azuaga.
